viernes, mayo 29, 2009

Paleoconsult


Con gran satisfacción, he visitado esta semana junto con otros paleovertebristas a un equipo de varios geólogos, algunos de ellos antiguos alumnos míos, y una bióloga que trabajan como técnicos de la empresa Paleoconsult, que como algunas otras empresas similares está dedicada al seguimiento de obras públicas para el salvamento de yacimientos paleontológicos.

Ellos se han encargado de rescatar, en condiciones muy duras, los magníficos fósiles de la estación del Metro de Vía Carpetana, en el casco urbano de Madrid. En su día, el hallazgo paleontológico fue una importante noticia para los madrileños, y la excavación se extendió luego muchos meses durante 2008 y 2009.

Tras ese gran esfuerzo, realizado en un ambiente subterráneo húmedo y oscuro, llega el lento y metódico trabajo de preparar a los fósiles uno a uno para su estudio y conservación, labor que requiere una gran habilidad, eficacia y paciencia. Los técnicos nos mostraron los resultados sobre algunos de los mejores fósiles, tanto de macro- como de microvertebrados.

En nuestra visita pudimos discutir con el equipo de Paleoconsult algunos aspectos de la conservación de los fósiles de Vía Carpetana (cubiertos por un sorprendente mineral intensamente azul, que se oxida y ennegrece al aire libre) y de su distribución, con dos extensas capas de concentración de huesos y muchos puntos dispersos dentro de una potente serie estratigráfica. Aunque este yacimiento pueda ser de edad similar al de Somosaguas, como ha sido anunciado, y tengan especies en común, ambos yacimientos resultan notablemente distintos.

En la imagen se puede ver a uno de los excavadores y preparadores de fósiles de vertebrados más dotado y experimentado para esta dura tarea que conozco, Enrique Cantero, autor entre otros muchos del hallazgo más notable de este año en la excavación de Somosaguas. Siguiendo la trayectoria de Enrique desde sus primeros hallazgos en Somosaguas, que fueron ya portada del informe en aquel año 2002, volviéndole a encontrar en la excavación de Lo Hueco con la empresa de Pepelu y Patxi (Portsaurios), es obligado preguntarse si hay acaso un gen que predispone al hallazgo y a la preparación de fósiles, que no va acompañado necesariamente de una vocación científica por su estudio.

Se conocen muchos casos de científicos paleontólogos descubridores de fósiles, como p.ej. cuentan los colegas holandeses historias asombrosas del fallecido prof. G.H.R. von Koenigswald. Como él, otros muchos ilustres estudiosos tienen "el don" para encontrar fósiles unido a la vocación paleontológica científica. Pero esta dotación genética es poligénica, de modo que hay paleontólogos científicos vocacionales que no encuentran ni un fósil cuando salen al campo, y exploradores y preparadores vocacionales a los que no interesa estudiar los fósiles que encuentran. Creo que Angélica Torices y coautores nos disertarán sobre este o parecido tema en el próximo congreso de la SVP en Bristol (UK) ¡Continuará!